Origen del flamenco

¿No sabéis cuál fue el origen del flamenco? En este post os explicamos todo acerca de su origen y su historia, además de los tipos de flamenco que existen. ¿Estás preparado para aprender un poquito más sobre el fascinante mundo del flamenco? Pues… ¡empecemos!

El flamenco fue declarado nada más y nada menos como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2010, y es que esta bonita fusión de voz, música y baile, expresión de Andalucía lo hacen único. 

El origen del flamenco fue en torno al siglo XVIII, y aunque es complicado saber exactamente como nació, lo que tenemos claro es que surgió de la mezcla de la cultura judía, cristiana, árabe y gitana, ya que hubo un periodo en el que convivieron estos 4 pueblos tan diferentes. De este mix de culturas, dio lugar el flamenco, este baile folclórico tan característico de Andalucía.

El flamenco, aunque no lo parezca, tiene mucha improvisación, los bailaores, músicos y cantaores tratan de expresar su sentimiento más profundo. Esta es una de las características del flamenco, las emociones que desprenden todos los artistas, estos, a través de su rostro, voz, cuerpo, música reflejando todo tipo de sentimientos.

¿Qué te parece? No me digas que no te han entrado ganas de disfrutar de un bonito espectáculo de flamenco. Si es así, podéis ver un espectáculo de flamenco en Granada, en un entorno único a los pies de la Alhambra en la casa del arte flamenco.

Historia del flamenco hasta nuestros días 

Antes de nada vamos a conocer el origen de la palabra flamenco, esta, al igual que el flamenco en sí, es todo un misterio. Hay miles de teorías, pero la más creíble es la de Blas Infante, el cual afirma que dicha palabra es árabe y significa “campesino errante” (“Felah-Mengus”). 

Aunque el origen exacto del flamenco lo desconocemos, lo que si es cierto, es que Cervantes ya hablaba de él en su obra “La Gitanilla” en el 1613.

Se cree como hemos dicho en el apartado anterior, que este surgió de la mezcla de culturas, pues antes de que llegaran los gitanos a Andalucía, ya estaban los salmódiales judíos, los cantos musulmanes y las canciones mozárabes. Lo que si está claro, es que el flamenco nace del pueblo y su raíz es folclórica, convirtiéndose en un arte indiscutible.

Se piensa que el primero de los palos flamencos fue la toná, el cual se originó en las zonas de Jerez, Cádiz y Triana. En sus inicios no se tocaba la guitarra ni se bailaba, solo se cantaba.

En el año 1740 el libreto de Bachiller Revoltoso narra como la nieta del gitano más viejo de Triana, Baltasar Montes, iba a la casa de los nobles a bailar, acompañada de otros gitanos que tocaban instrumentos. Y en el 1820 aproximadamente, se confirma todo lo expuesto anteriormente, ya que en el periódico de Cádiz aparece la noticia de que en el teatro habrá espectáculos de este tipo de baile.

El flamenco nace en Andalucía, esta es su cuna, este es su entorno, surgió de la cultura que aquí había hace cientos de años, y a lo largo de los siglos se ha ido consolidando hasta como lo conocemos en la actualidad.

En esta región de España el flamenco es distinto, influyendo principalmente en ella  la geografía, haciéndolo tener un carácter distinto, dependiendo de la zona. No es lo mismo, aquellas personas que vivían en la costa y por tanto, eran más felices, que aquellas que vivían en las colinas, más apartadas de las ciudades y de las gentes.

Y es que este cante, como hemos mencionado anteriormente, nació de la gente del pueblo, del campo, con escasa cultura, de ahí que hoy no haya nada escrito acerca del flamenco y como sabemos, todo lo hablado, se va alterando con el paso de los años, por ello hay tantas lagunas en torno a la historia y origen del flamenco andaluz.

En cuanto al primer cantaor de flamenco se cree que fue “Tío Luís de la Juliana”, aunque nunca se ha podido demostrar su existencia. También hay que destacar la figura de “El planeta”, este cantaba por “Seguiriyas” y por “Tonas”, y a “La Andonda”, la que quizás fue la primera mujer en cantar por “Solea”.

En el siglo XIX surgen los “Cafés Cantantes”, a ellos acudían los artistas de flamenco, ya que no podían vivir de este y necesitaban ganar dinero de alguna forma. Estos cafés eran unos salones amplios llenos de sillas y mesas, y con tablaos en donde los gitanos daban sus espectáculos de flamenco.

Ya en el 1922 nace también el concurso de cante jondo de Granada y con ello la ópera flamenca. Se empezó a llevar el flamenco tanto a los teatros como a otros escenarios de gran capacidad. Y así es como ha llegado el flamenco hasta nuestros días, pudiéndolo ver no solo en las calles como en sus orígenes, sino también en grandes plazas de toros, en importantes teatros o en los típicos tablaos flamencos.

Tipos de baile flamenco

El flamenco aunque quizás a primera vista no lo parezca, es muy complejo y cuenta con numerosos estilos o mejor dicho, palos. Este arte destaca por su improvisación y por la personalidad que transmite cada artista, la esencia que le da.

De entre los muchos tipos de baile flamenco o palos, los que más destacan son:

  • Las soleás, estas son de los palos más importantes del flamenco, destacan por ser lentas, tristes e interpretarse con un gran sentimiento, acabando casi siempre por bulerías.
  • Las Sevillanas, estas quizás sean las más conocidas, las más alegres y las más bailadas, o al menos, en Andalucía, pero son las menos flamencas y las más folclóricas, bailadas en todas las ferias de las ciudades de esta Comunidad. Se compone de 4 sevillanas con una duración de 18 compases y siempre el mismo esquema de baile.
  • Las alegrías son de origen gaditano, destacan por un ritmo rápido y se suelen bailar en fiestas. Suelen acabar también por bulerías.
  • Las bulerías son muy importantes en todas las fiestas gitanas y en los espectáculos de flamenco, siendo uno de los palos más complicados y que más respeto da a los bailaores. Su ritmo tan rápido, hace que tengas que tener un buen oído, una buena técnica y por tanto, gran flexibilidad a la hora de bailarlo. Este es un palo muy popular, el cual se emplea al final de otros bailes.
  • Los tangos, este tipo de flamenco tiene miles de variedades y es uno de los palos más antiguos. Se compone de 4 tiempos y es otro de los palos más fiesteros del flamenco.
  • Los fandangos, estos surgieron en Huelva y en cada región tienen una variación. Destacan por su compás de 12 tiempos y por ser uno de los palos del flamenco más conocidos.
  • Las Seguiriyas, este es un palo del flamenco que está lleno de sentimiento y emociona al oírlo.
  • La farruca es uno de los palos del flamenco más recientes, parece ser que su origen es gallego-asturiano, ya que en algunas coplas hacen referencia a ella y también por la melodía que se le da a la “a”. Este tipo de flamenco es difícil y es más un baile de hombres que de mujeres.

Ahora que ya sabes toda la historia del flamenco y también sus palos más importantes, es el momento de que acudas a ver un espectáculo de flamenco y sientas tu mismo lo que es verdaderamente este arte.

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