Construyendo Andalucía desde el flamenco.

Cada 28 de febrero, Andalucía se viste de verde y blanco para celebrar su día. En este día, se rememora el referéndum por el cual se iniciaba el proceso autonómico en Andalucía en 1980.

Todo comenzaba  el 4 de marzo de 1977 con cerca de millón y medio de andaluces que se reunieron en las capitales de cada provincia andaluza en manifestación, convocada por parte de la Asamblea de Parlamentarios. Pedían la autonomía para la comunidad andaluza. Manifestación que terminó con la muerte a manos de la policía, del militante de CC.OO, Juan Manuel García Caparrós en Málaga, convertido hoy en símbolo de aquella lucha por la autodeterminación.

De lo que aún se habla poco, sin embargo, es de cómo el flamenco en Andalucía, fue parte de las luchas por la construcción de una nueva sociedad. La sociedad experimentaba una transformación y el flamenco, lejos de permanecer expectante, se vio influido por tales cambios, y es, en este periodo, cuando muchos artistas flamencos cantan a la libertad, a la justicia y a la democracia. 

Málaga, 1975

Éstas fueron “las voces que no callaron”, de las que hoy queremos mostraros algún ejemplo. También título del libro-disco del cantaor de Granada, investigador y escritor Juan Pinilla, que realiza un estudio sobre los artistas flamencos que lucharon con su cante, baile o guitarra, por la consecución de las libertades, la democracia, y la autonomía en Andalucía.

Manuel Gerena llamado el “cantaor de la Transición”.

Visitó los calabozos más de trescientas veces durante el franquismo y los años de la transición. Famoso es el episodio en enero de 1976, en el Teatro Lope de Vega de Sevilla, donde tiene programada una de sus actuaciones pero, como era de esperar, días antes del concierto fue cancelada. No obstante, las entradas estaban ya todas vendidas y los aficionados dispuestos a asistir. 

Más de 4.000 las personas se agolpan ante las puertas cerradas del teatro sevillano. Alegando que “me he encabezonado en cantar en mi tierra antes que en ningún sitio y voy a hacerlo” Gerena canta un tema, que no puede seguir porque todos corean su nombre y gritan con él “¡Amnistía y libertad!”. Una muestra de lo que Andalucía y el flamenco respiran en esos años de transición, y que culminan, con la entrada de la democracia y la posterior aprobación del Estatuto de Autonomía. 

Manuel Gerena, 1973

Dicen que cavo mi fosa 
cuando le canto a mi pueblo
pero forjo libertad
y por esta causa muero.
Sigo cavando mi tumba
pero, pueblo, he de librarte
de las manos del verdugo
que te sigue a todas partes.
Y lo tuyo ha de ser tuyo
aunque del mundo de aparte

Juan Bernabé, fundador del Teatro Estudio Lebrijano.

Fue uno de los grandes innovadores de la escena andaluza junto a Salvador Távora. Con ‘Quejío’, se abrió una nueva etapa para el flamenco, que hasta entonces vivía domesticado en los tablaos, bajo la mirada franquista de la censura.

Con la colaboración del guitarrista Joaquín Campos, hasta entonces vendedor ambulante. Juan Romero, bailaor dedicado a la venta de antigüedades con su familia. El cantaor José Suero y el campesino de Aznalcóllar, José Domínguez “El Cabrero”, quien trataba de sobrevivir en Sevilla y que aquí tuvo por primera vez salida profesional, inauguran “Quejío”. Una lectura del flamenco sin folclorismos o tópicos de la época, que se estrenaba en 1972 y que aun hoy se representa. 

Según El Cabrero, “Quejío era un grito de disconformidad, aquello salía de las tripas y levantó muchas liebres. A Francia y otros países llevó una imagen de Andalucía y del flamenco con olor a choza y a rebeldía”.

El Cabrero, cantaor de las injusticias del campo.

Es de los pocos cantaores que hoy en día, aunque ya retirado, siguen en la lucha por la consecución de una justicia equitativa para todos. Activo a través de sus palabras, en el blog que escribe su mujer, Elena Bermúdez, autora también de algunas de sus letras. 

Dale alas y volará
al pueblo de Andalucía
que es un ave doloría
que busca la libertad
que le han negao toa su vía
()
Ya las promesas no valen
el cuento ya se ha acabao
Andalucía ya sabe
lo mucho que le han robao
y más mentiras no caben

El Cabrero ha puesto su garganta y su vida al servicio de aquellos cantes más difíciles. Tanto por la complicación técnica, como por la osadía de pregonar a los cuatro vientos según qué verdades.

Durante su carrera ha compartido escenario por el mundo con artistas de la talla de Chick Corea, Gilberto Gil. Incluso ha estado de gira con Peter Gabriel, y colaborado con artistas como Reincidentes en nuestro país.

Documental “Cuando se canta como se vive”.

Moreno Galván, “la manera más hermosa de denunciar y protestar”.

Así fue cómo revolucionó el cante flamenco en Andalucía, abordando como nadie hasta entonces la renovación de las letras flamencas. Surgirán letras originales, llenas de fuerza y comprometidas con la libertad.

 “…Qué hermosa es la “libertá”
y algunas veces cavilo
que siendo cosa tan grande
esté pendiente de un hilo…”.

También fue la época en la que artistas como Camarón de la Isla, Enrique Morente o Paco de Lucía se convirtieron en estrellas.

Aunque no hacía canción protesta, Enrique Morente, por ejemplo, ejerce su arte con libertad. Especialmente cuando a la altura de los 70 pone voz a diferentes obras del poeta de Miguel Hernández, autor prohibido por excelencia en este momento de la dictadura.

Durante toda su carrera, y sobre todo a partir de los 80 experimentó con el flamenco todo lo que pudo. Creó obras tan atemporales como la Fantasía del cante Jondo para voz flamenca y Orquesta, Misa Flamenca u Omega.

Omega, 1996.

Camarón por su parte, llena el flamenco de modernidad, y con su disco “Leyenda del Tiempo”, llevó a la práctica su revolución en el flamenco, no sin una gran controversia entre los círculos más puristas. De hecho el álbum no supuso un éxito de ventas en su lanzamiento.

En esta creación, Camarón introdujo elementos musicales nunca vistos, como arreglos de bajo y piano eléctrico que van mezclándose con sonidos acústicos. Consiguió abrir las puertas del flamenco y permitió la evolución de un género, que con el paso de los años, ha ido fusionándose con estilos muy dispares, con mayor o menor acierto. 

Esta tierra forjó su identidad gracias entre otros, a movimientos sociales como el jornalero, a la reivindicación que proviene del flamenco en Andalucía, y como consecuencia de la gran emigración que hubo entre los años 50 y 70, que despertó una conciencia de identidad. 

Autonomía y libertad, se consideran sinónimos en la época. Se buscaba así solución a los problemas sociales y económicos, que no solo acabó por conseguir una autonomía con las máximas competencias, sino que también logró alterar el modelo de territorial en el conjunto de España, y que celebramos cada 28 de febrero, comiendo pan con aceite de oliva, rememorando a los jornaleros que trabajaban en los olivares y molinos de toda la región.

Un desayuno humilde, pero con gran significado.

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